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idiazroncero.com

Acerca de...

Nací en Zaragoza allá por el año 1986, pocos meses antes del desastre de Chernóbil. No obstante, de maño tengo más bien poco: crecí en Soria para luego trasladarme a Madrid a estudiar Periodismo.

A la par que acababan mis estudios comenzaba la crisis del 2008, por lo que seguí formándome en materias apasionantes pero con poca salida laboral: Relaciones Internacionales y Estudios Árabes e Islámicos.

Como tantos otros, sufrí durante los años siguientes los vaivenes del mercado laboral en tiempo de profunda crisis. Durante estos años de incertidumbre, mitad forzado por la situación y mitad por un sincero interés, me fui acercando al mundo del código y las nuevas tecnologías.

Por el camino del código

Mi introducción en el mundo del desarrollo web comenzó en forma de un Wordpress al que quise modificar el CSS y el HTML. Después accedí a un pequeño proyecto que salió medio bien y que abrió paso a que mi contacto comenzara a ser traficado entre proyectos de bajo presupuesto y poca exigencia.

En ausencia de una formación reglada, todo eran chapuzas, aprendizajes, batallas, insomnios y horas de tutoriales con la velocidad a 1.5x. No obstante, al final del día los resultados se iban acumulando y en cada iteración eran un poco mejores que los anteriores.

Hasta este momento, no obstante, el desarrollo web no pasaba de ser una mezcla de hobby y de trabajo a tiempo muy parcial. Todo cambió el día que me incorporé a un primer proyecto ambicioso -la revista El Estado Mental.  Acepté, claro, sellando mi salto definitivo al mundo del diseño web, recibiendo mi primer contrato laboral y disfrutando de mi primer síndrome del impostor (el primero de muchos).

El Estado Mental duró de 2014 a 2016 y, tras acabar, me dediqué a navegar durante varios años por el agitado mundo del trabajo autónomo (ya a tiempo completo y ejerciendo como desarrollador front-end) hasta que, en 2019, me incorporé a una de las empresas líderes en Drupal de España: Metadrop.

Vicios y virtudes del autoaprendizaje

Mi recorrido profesional me ha hecho reflexionar acerca de varios aspectos del autoaprendizaje en el mundo del desarrollo web.

Dada su buena reputación laboral, la web es un sector que cada vez atrae a más gente. Hace mucho tiempo que dejó de ser un sector sólo para ingenieros informáticos, y creo que es una buena noticia ya que todos nos podemos beneficiar de los aportes que puedan hacer personas provenientes de otros ámbitos.

Sin ir mas lejos, una de mis pasiones (la tipografía) está mejorado enormemente el diseño web gracias a la introducción de principios y aprendizajes extraídos de siglos de tipografía impresa. Lo mismo sirve para otros ámbitos como teoría del color, accesibilidad, lenguaje inclusivo y tantas otras cuestiones.

Esta hibridación es tremendamente enriquecedora pero también una fuente de frustraciones.

Para los recién llegados y —sobre todo— para los autodidactas el mundo del código es tan apasionante como aterrador. La miríada de lenguajes, plataformas, frameworks e información disponibles puede apabullar al más metódico y el omnipresente «síndrome del impostor» puede espantar al más valiente.

Por otra parte, los desarrolladores con formación universitaria pueden sentir cierto celo y considerar advenedizas a las nuevas hornadas de desarrolladores o arriesgada su formación parcial y repleta de lagunas.

El propósito de este sitio web

Como representante del sector «impostor» del desarrollo web, soy culpable de haber cometido y cometer todos y cada uno de los errores típicos del autoaprendizaje.

Cada post, cada tuit o cada tutorial que me ha ayudado pacientemente a entender el por qué de mis errores así como las alternativas y las soluciones existentes ha sido como agua en el desierto.

En este sitio me gustaría compartir algunos de mis aprendizajes y reflexiones con el objetivo de poder ayudar a los que emprenden hoy, voluntaria o inadvertidamente, el mismo camino que comencé yo hace años.

Y me gustaría hacerlo de un modo didáctico, amable y, en muchas ocasiones, al mismo tiempo que yo mismo aprendo aquello de lo que estoy hablando.

Bienvenidas a IDR.